lunes, 3 de abril de 2017

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23 Jueves

Marcelo se mira en el espejo mientras se seca la cara. Lo que hace una noche sin dormir. Extraño el insomnio. Uno se convierte en Billy, the kid. Escapan las inhibiciones. Se sofocan los temores. Planeó llamar a Patricia. Rastrear a Alberto. Pero después de lavarse los dientes y de afeitarse reapareció el Marcelo que él era. ¿Qué podría decirle a Patricia?, ¿invitarla a consolarnos juntos, dos magníficos cornudos? Otra parte de sus neuronas piensa que todo es una fantochada. Colgado como un títere de las elucubraciones de su hija adolescente. Mocosa entrometida. De pronto recuerda que es jueves. Clase en la facultad. Se pone perfume. Para Feldman se ríe de sí mismo.


Agustina entra a la cocina. Ramo, dice Sofi que subas notifica.¿Qué hace despierta tan temprano? pregunta la mujer. Está haciendo la tarea informa ella. Si espera ayuda de mí está lista dice Ramona mientras se seca las manos con el repasador. ¿Viste, Ramo?, tenés que seguir estudiando aprovecha Matilde la volada. La mujer menea la cabeza y sale. No me contaste nada de ayer dice Matilde. ¿Qué querés que te cuente? ¿Pasó algo?¿Le puede contar a su hermana que lloró y él la abrazó? Sí, terminamos el trabajo. Dale, Agus, no me tomes de gila. Nada, Mati, nada, ya te dije que no me gusta. Pero él está muerto por vos. Agustina percibe que se le altera el pulso. ¿Por qué decís eso? Porque vi cómo te miraba. Claro, habías llevado los prismáticos. No te hagas la boluda se impacienta su hermana. Buenos días saluda su padre, entrando a la cocina  ¿ese es lenguaje de señoritas? A espaldas de él, Matilde le saca la lengua. Ella devuelve el gesto. Delirios de su hermana. Ojalá.


Me olvidé de hacer la tarea justo ahora que la seño me dijo que estoy mejorando y me puso sobresaliente le pedí a Agus que me ayudara pero se le hacía tarde ahora está subiendo Ramo ella no sabe pero necesita que me vista mientras yo me ocupo de las cuentas.


Matilde baja del auto. Más temprano que de costumbre. Entre la decena de chicos arracimados frente a la puerta de la escuela descubre a Mariano. Se acomoda el cabello con ambas manos. Sin esperar a Agustina, camina hacia él.


Marcelo atiende, pacientemente, la fila de alumnos. Tantas consultas repetidas, podrían ponerse de acuerdo. Feldman no se acerca. Es que mi clase estuvo impecable piensa riendo para sí no le dejé lugar a sus dudas. Porque Feldman es una alumna brillante. Está saliendo del aula cuando la chica lo intercepta. Profe, ¿tiene un minuto? Él solo sonríe. Me gustaría hacerle una entrevista para la revista del Centro de Estudiantes, ¿me haría ese favor? Él se siente estúpidamente orgulloso. Con mucho gusto contesta. ¿Puede ahora? Él recuerda el reciente mensaje de Fernando. Lamentablemente no.¿Mañana? De acuerdo. ¿Tomamos un café después de la clase? propone Feldman. Esta chica es un avión piensa él al tiempo que recuerda a  Matilde. Viene potente la nueva generación.


Ramo la estuvo ayudando a Sofi y no me preparó tostadas me estaba haciendo el nesquik cuando Fede empezó a llorar y Ramo vuelta a subir y justo apareció el micro  por culpa de mis hermanos me voy a morir de hambre suerte que agarré un paquete de obleas antes de salir para peor Sofi me pide seguro que para molestar porque ella como dice mamá vive del aire.


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