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Jueves
Marcelo
se mira en el espejo mientras se seca la cara. Lo que hace una noche sin
dormir. Extraño el insomnio. Uno se convierte en Billy, the kid. Escapan las inhibiciones. Se sofocan los temores.
Planeó llamar a Patricia. Rastrear a Alberto. Pero después de lavarse los
dientes y de afeitarse reapareció el Marcelo que él era. ¿Qué podría decirle a
Patricia?, ¿invitarla a consolarnos
juntos, dos magníficos cornudos? Otra parte de sus neuronas piensa que todo
es una fantochada. Colgado como un títere de las elucubraciones de su hija
adolescente. Mocosa entrometida. De
pronto recuerda que es jueves. Clase en la facultad. Se pone perfume. Para Feldman se ríe de sí mismo.
Agustina
entra a la cocina. Ramo, dice Sofi que
subas notifica.¿Qué hace despierta
tan temprano? pregunta la mujer. Está
haciendo la tarea informa ella. Si espera
ayuda de mí está lista dice Ramona mientras se seca las manos con el
repasador. ¿Viste, Ramo?, tenés que seguir
estudiando aprovecha Matilde la volada. La mujer menea la cabeza y sale. No me contaste nada de ayer dice Matilde. ¿Qué querés que te cuente? ¿Pasó algo?¿Le
puede contar a su hermana que lloró y él la abrazó? Sí, terminamos el trabajo. Dale, Agus, no me tomes de gila. Nada, Mati,
nada, ya te dije que no me gusta. Pero él está muerto por vos. Agustina
percibe que se le altera el pulso. ¿Por qué
decís eso? Porque vi cómo te miraba. Claro, habías llevado los prismáticos. No
te hagas la boluda se impacienta su hermana. Buenos días saluda su padre, entrando a la cocina ¿ese es
lenguaje de señoritas? A espaldas de él, Matilde le saca la lengua. Ella
devuelve el gesto. Delirios de su hermana. Ojalá.
Me olvidé de hacer la tarea justo ahora
que la seño me dijo que estoy mejorando y me puso sobresaliente le pedí a Agus
que me ayudara pero se le hacía tarde ahora está subiendo Ramo ella no sabe pero
necesita que me vista mientras yo me ocupo de las cuentas.
Matilde
baja del auto. Más temprano que de costumbre. Entre la decena de chicos
arracimados frente a la puerta de la escuela descubre a Mariano. Se acomoda el
cabello con ambas manos. Sin esperar a Agustina, camina hacia él.
Marcelo
atiende, pacientemente, la fila de alumnos. Tantas consultas repetidas, podrían
ponerse de acuerdo. Feldman no se acerca. Es
que mi clase estuvo impecable piensa riendo para sí no le dejé lugar a sus dudas. Porque Feldman es una alumna
brillante. Está saliendo del aula cuando la chica lo intercepta. Profe, ¿tiene un minuto? Él solo sonríe.
Me gustaría hacerle una entrevista para
la revista del Centro de Estudiantes, ¿me haría ese favor? Él se siente
estúpidamente orgulloso. Con mucho gusto
contesta. ¿Puede ahora? Él recuerda
el reciente mensaje de Fernando. Lamentablemente
no.¿Mañana? De acuerdo. ¿Tomamos un café después de la clase? propone
Feldman. Esta chica es un avión
piensa él al tiempo que recuerda a
Matilde. Viene potente la nueva
generación.
Ramo la estuvo ayudando a Sofi y no me
preparó tostadas me estaba haciendo el nesquik cuando Fede empezó a llorar y
Ramo vuelta a subir y justo apareció el micro
por culpa de mis hermanos me voy a morir de hambre suerte que agarré un
paquete de obleas antes de salir para peor Sofi me pide seguro que para
molestar porque ella como dice mamá vive del aire.
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