Matilde
llega agitada: corrió las tres cuadras. Encuentra a Mariano apoyado contra la
pared, una pierna flexionada. Sonríe al verla y camina a su encuentro. Antes de
que ella pueda reaccionar él la besa en los labios. Ella se humedece.
Agustina me llama para poner la mesa
justo que Lorena vino a jugar voy a ir rapidito así no se nos hace tarde para
ir al cine.
Agustina
revuelve la salsa que Matilde dejó preparada. El agua ya hierve. No le puse sal piensa qué tonta. Deja la cuchara de madera
sobre la mesada y busca el salero.
Agustina la llamó a Sofía claro ella sí
que es la hermana Fede se ríe conmigo porque él es chiquito y no se da cuenta.
Marcelo
mira la cartelera. En el Multiplex,
14,50. No llegarán. En el General Paz,
16 y 20. Manda mensaje de texto para el 2x1. La escuchó a Matilde salir, ya
hace rato, no sabe adónde. Por supuesto no le avisó. Tendrá que ir a comprar
empanadas. Baja.
Sofi me pide que la ayude bajo corriendo
pero me acuerdo de Fede y lo voy a buscar él no puede quedarse solo ni un
minuto porque como decía mami es una máquina de hacer lío.
Marcelo
entra en el comedor. Sofía y Lorena afanándose con la mesa. Una trae la panera,
la otra los cubiertos. Ahora los vasos y las servilletas. Parecen hormiguitas piensa. Entra a la cocina. Agustina, con
delantal, lucha con las cacerolas. El rostro bañado por el vapor del agua. Se
abre la puerta de calle. En un instante Matilde deja un paquete sobre la mesada
y luego se saca el abrigo. Traje pan
informa. El mundo marcha sin mí piensa
él soy superfluo.
Matilde
prueba los tallarines. Agustina los sacó a punto. Igual los Don Vicente son muy aguantadores. Tiene hambre. La salsa me salió rica. Observa a las
nenas: ambas comen con gusto. Hoy es mejor día que ayer. Es que para eso no se precisa mucho. Está de buen humor. Mariano la
hizo reír con sus pavadas. No solo la hizo reír. Le sube un extraño calor. Se sirve otro vaso
de soda y le pone hielo.
Están muy ricos, Agustina dice su
papá. La salsa la preparó Mati le
advierte ella. Sí, pero vos te encargaste
de todo la rebate Matilde. De todo no
corrige Sofía la mesa la puse yo. ¡Y
yo! se anota Lorena. Estoy muy
orgulloso de todas mis mujercitas dice su padre. Agustina sonríe. Hoy es un
buen día. Pero Gonzalo no me llamó. La
sonrisa se diluye.
Marcelo se
recuesta en el sillón del living. Acomoda los almohadones. Él se había
maravillado de que Diana se arreglara tan bien con la casa en ausencia de Ramona.
Nunca había reparado en el ejército de hormiguitas.
Los únicos vagos en esta casa somos Fede
y yo reconoce. Su moral tocada, se incorpora. ¿Ayudo en algo? ofrece al entrar en la cocina. El estupor de los
cuatro pares de ojos le confirma su conclusión. Andá a sentarte que enseguida te alcanzo un café lo remata Matilde
mientras friega las cacerolas.
Agustina
está cambiando a Federico, que se retuerce como una anguila, sobre la cama,
cuando vibra su celular. ¿Cómo estás?
pregunta Gonzalo. El corazón de Agustina redobla. Bien, ¿vos? contesta. Cruzan varios WhatsApp hasta que ella escucha
la voz de su padre. ¡Apúrense que se hace
tarde! Después te escribo aclara y descubre que Federico ya no está en la
cama. Instantes después lo ve corriendo desnudo por el pasillo. ¡Vení para acá, lechón! le grita. Las
carcajadas del nene que se esconde en el baño.
Me voy a poner el vestido negro porque
para ir al cine hay que arreglarse como decía mi mami porque ella sí que sigue
siendo mi mami y decía además que el negro te elastiza.
Matilde
está peinando a Lorena. Trenzas, porfi
pide su hermana. Se empeñó en ponerse un vestido con el frío que hace. Se la ve
un poco más animada. Sofía aparece con calzas y una polera ajustada. Parece un alambre evalúa.Vamos de una vez, ¡qué pesadilla tantas
mujeres! las exhorta su padre. Mamá
era la peor recuerda ella. Tardaba horas en maquillarse y vestirse mientras yo tenía que ocuparme de mis
hermanos. ¡Ay!, ¡no me tires! protesta Lorena. De pronto se siente agotada. Debería estar con Mariano piensa. Al
menos él no le pide nada. No es
cierto: le exige besos y más besos. Pero
con él estoy cuando quiero se disculpa ante sí misma.
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